The role of photography in the construction of identity. An encounter between observing and being observed; detailed colored large-scaled depictions...
Maneuvers: The International Politics of Militarizing Women's Lives Cynthia Enloe University of California Press, 2000, 437 pages. ISBN: 9780520220713 Traducción...
Cuando estaba en la universidad, mi navegador de Internet se inundó con anuncios de “¡Mujeres asiáticas sexys en su área!”. Al principio me pareció divertido. ¿Mi computadora estaba husmeando en las conversaciones que había tenido con amigxs sobre la escena gay de citas dominada por blancxs de mi universidad? ¿O había reconocido las huellas que dejé en la web que indicaban mi identidad de género (mujer) y etnia (china)? En cualquier caso, esos anuncios espeluznantes fueron algunas de las únicas referencias a la sexualidad de las mujeres asiáticas que encontré. Ni una sola mujer asiática fue citada en mis guías de estudios queer, o en la proyección de películas en el cine del campus donde yo trabajaba entonces. No fue hasta que solicité que la película coreana sobre lesbianas The Handmaiden sea proyectada que pude ser testigo de alguien de un origen étnico vagamente similar al mío teniendo una vida sexual. Mis amigas asiáticas AFAB (“assigned female at birth”= asignada mujer al nacer) a menudo hablaban sobre sus experiencias de deseo sexual, placer propio y conexión. Pero más allá de nuestras conversaciones, hubo una escasez de discurso y representación. ¿Éramos solo una categoría porno, un punchline?
En 2015, todo cambió para mí cuando una cantante y compositora japonésa-estadounidense vino a mi universidad para actuar. Se llamaba Mitski y estaba promocionando su segundo álbum, Bury Me At Makeout Creek. Apenas dos años después de SUNY Purchase, lanzó prolíficamente nueva música en un sello independiente y realizó giras sin parar. Canciones como “Liquid Smooth” (de Lush, 2012) me hicieron jadear de manera audible. Su voz clara y resonante cantaba descaradamente sobre alguien que no solo anhelaba, sino que pedía, ser tocado. Sus letras que convocan la energía sexual como un río furioso y un pico montañoso son un “fuck u” a los tropos agotadores sobre mujeres asiáticas exóticas y pasivas, estereotipos que perpetúan la violencia contra nosotras. Su música evoca no solo las posibilidades del placer sexual, sino también las profundidades del dolor sexual. También dentro de Lush está “Bag of Bones”, una pieza inquietante donde la protagonista se “deshace” y se “agota” después de una noche agitada. Si bien había otros señuelos temáticos para mí, como sus referencias a la muerte, la angustia milennial y el capitalismo, fueron sus letras sobre el sexo las que despertaron las partes más vergonzosas y ocultas de mi psique. Yo también quería ser enterrada en Makeout Creek.
La historia de los cuerpos de las mujeres asiáticas como objetos explotables y difamados crea un contexto para las ansiedades contemporáneas. Desde nociones míticas de vaginas apretadas o de costado hasta la fetichizante ‘fiebre amarilla’ en círculos de la alt-right y el vergonzoso mito del tráfico de huevos de jade que serían supuestamente de origen “chino antiguo”, gran parte de la cultura contemporánea sugeriría que en Asia la sexualidad de las mujeres está indisolublemente ligada a los legados de orientalismo y racismo, sin mencionar los valores patriarcales incrustados en algunas interpretaciones de la cultura asiática tradicional. Una proporción significativa de mujeres jóvenes asiático-americanas en la universidad cita “el mantenimiento de los valores culturales, familiares y religiosos y la armonía” como su razón principal para abstenerse de tener relaciones sexuales. Si bien esta es una decisión perfectamente razonable para un adulto joven, esto deja a las mujeres asiáticas interesadas en explorar su identidad sexual sin muchos puntos de referencia. Si articular su sexualidad es una afrenta a ser asiática, entonces, ¿dónde deja eso a las mujeres asiáticas que buscan placer más allá de ser invisibles o hiper-fetichizadas? Para mí, la música de Mitski ilumina una vía de escape.
Si bien la música de Mitski a menudo se confunde con un gesto autobiográfico, una suposición indudablemente generada por un prejuicio de género, Mitski realmente teje un intrincado elenco de personajes que escapan a las caracterizaciones tradicionales de las mujeres asiáticas como simples y agradables. Está la extenuante frontwoman de “Recuerda mi nombre” de Be The Cowboy, que le pide a su amante que “haga un poco de amor extra” que pueda “guardar para el show de mañana”. En el ardiente y malhumorado I Bet on Losing Dogs, la protagonista se lamenta de enamorarse de parejas inestables y vuelve a su imaginación sexual en busca de consuelo. Cuando se imagina a su amante mirándola a los ojos boca abajo cuando llega al clímax, se vislumbra brevemente un momento fugaz de satisfacción.
En la canción estridente y sucia de Townie, que Jia Tolentino describe como una historia de “aventura sexual”, la narradora sin aliento y audaz proclama audazmente que no seguirá las expectativas de su padre, sino los impulsos de su propio cuerpo. Quizás lo más icónico, en el video musical de “Your Best American Girl”, Mitski se besa con su propia mano en un traje rojo cereza mientras da testimonio de una despreocupada pareja blanca y heterosexual de hipsters chapando. No hay allí narraciones simplistas de dominación sexual o sumisión. Aquí tenemos una creadora en la cima de sus poderes que narra las complejas estructuras en que el sexo se cruza con el poder, la inseguridad y la respetabilidad. En otras palabras, ella nos muestra a las cosas tal como éstas son realmente.
Describiría mi vida amorosa en la universidad como tumultuosa en el mejor de los casos. Había esperado romance, intimidad y alegría. Lo que experimenté fue… algo completamente distinto. Pasé muchas noches de fin de semana angustiada envuelta en confusión y miedo. Además de no tener vocabulario para articular mis experiencias, también estaba demasiado avergonzada para hablarlo. Mis amigxs parecían inexplicablemente experimentadxs y “adelantadxs” en sus hazañas. Sin nadie más a quien recurrir, escuché a Mitski. Usando auriculares en la cama, acostada en la oscuridad. Los débiles sonidos de los grillos de Nueva Inglaterra se filtran en su inquietante voz. Con canciones que se rehúsan a expresar las experiencias corporales de anhelo, desesperación y éxtasis por medio de eufemismos, la música de Mitski me revivió de la presión de ser tokenizada y enajenada, conduciéndome hacia el control de mi cuerpo y el empoderamiento. Las líneas finales de “Townie” se duplican como mi mantra cada vez que me siento decepcionada con lo que veo en el espejo: “Voy a ser lo que mi cuerpo quiere que sea”. Algunos días, mi cuerpo quiere que sea una mujer fatal. La mayoría de los días, trato de esconder mis cicatrices del mundo y de las personas que me rodean. Todos los días, trato de escuchar lo que mi cuerpo me dice. Y todos los días escucho a Mitski.
Sobre la autora:
Kaitlin (陳嘉賢) es dibujante y trabajadora cultural basada en Hong Kong. Actualmente se encuentra trabajando en una novela gráfica sobre la el ser queer, la amistad y lo que significa buscar una identidad por fuera de las categorías establecidas.
The role of photography in the construction of identity. An encounter between observing and being observed; detailed colored large-scaled depictions...
Maneuvers: The International Politics of Militarizing Women's Lives Cynthia Enloe University of California Press, 2000, 437 pages. ISBN: 9780520220713 Traducción...
“Perhaps we can imagine the movement for women’s liberation as a colorful, varied patchwork of fabric: each piece of cloth distinct and textured, interconnected at specific points and diverging at others. The absence of a single face is an invitation to all women to weave their narratives into the fabric of genuine women’s liberation. It is this patchwork of cloth that we must carry through the threshold the current pandemic offers: a gateway to a possible world beyond capitalism and its fascist empires, beyond patriarchy and its ruling lords. When we cover our faces, in the tradition of MAKIBAKA and in solidarity with billions protecting each other from disease and resisting injustice, we do not retreat from the world. We equip ourselves with the tools to stitch it anew.”
“Bandanas” by Angeli Lacson
Mask play an important role during social movilizations. Why? To hide the identity? To create a collective identity? This zine is an exploration of these questions within feminisms.
In celebration of their fifth anniversary, Gantala Press (see our previous interview) would like to share with you their new coloring e-zine, Más que la cara: Women, Masks, and Protest. Featured here are brave women all over the world who draw from the strength and power of the collective in fighting for justice for their communities. This coloring zine is a collection of texts and images about women who utilize the mask in protest. Featured are the Zapatistas of Mexico, the MAKIBAKA women of the Philippines, the Guerrilla Girls of the USA, Pussy Riot of Russia, the feminists of Chile, and the face mask-wearing women in the pandemic. Send us a message if you want to access the PDF and the image files for coloring!
The role of photography in the construction of identity. An encounter between observing and being observed; detailed colored large-scaled depictions...
Maneuvers: The International Politics of Militarizing Women's Lives Cynthia Enloe University of California Press, 2000, 437 pages. ISBN: 9780520220713 Traducción...
Gabba es una ilustradora, tatuadora y artesana de México que lleva el punk en la piel y a los animales callejeros en el corazón. Compartimos con ella una divertida charla sobre su trabajo y filosofía.
Denle un Follow y no duden en encargarle algún choker o harness para asistir a la próxima fiesta.
Nepantla: Querida Gabba, ¡gracias por prestarte para nuestra sección de entrevistas! Empecemos por los animales siniestros. ¿Cómo se te ocurrió retratar el mundo oscuro y perverso de nuestros animales domésticos?
Gabba: Tal vez me decidí a hacerlo porque me cautivan fácilmente. Su comportamiento, sus sonidos, sus movimientos y su expresión facial. Demuestran ser mucho más empáticos que muchos de nuestros semejantes. Cuando era niña tomaba una enciclopedia vieja de mi papá que tenía un apartado de fábulas ilustradas. Me provocaba escalofrío leer tanta crudeza de la cual entendía la mitad, pero los dibujos le daban equilibrio a esa sensación. Creo que aquellas fábulas que le inventaron voces y personalidad a estos seres son vigentes, y que estos cómics solo tratan de contar formas de crueldad y estupidez más apegada a nuestros tiempos. Bueno…también algunos aciertos. Desde hace unos diez años se visibiliza en tiempo real lo desquiciado y bizarro del comportamiento humano. Cada día resulta un poco más absurdo que el anterior. Las ideas u opiniones de las personas cambian velozmente, las veo encontrar equilibrio y después se vuelven muy complejas
N: Tenés mascotas? Podemos establecer nuevas alianzas con los animales?
G: Tengo dos perras de raza pequeña, y la forma en que son tratadas en casa difícilmente es una relación mascota y amo, y a veces humanizarlas es inevitable cuando paso demasiado tiempo con ellas. No sé si un animal pueda tener alianzas reales con seres cutres y mal intencionados como las personas (jaaaa), quizás sólo si éstos respetan su espacio y su libertad. Creo que nunca seremos lo suficientemente conscientes como para merecer una compañía tan grata como la suya.
Existe mucha información en redes para re-aprender la convivencia con ellos, condenar su explotación y sobre todo ir mucho más allá de las paredes de nuestros minúsculos hogares y nuestras caóticas y violentas ciudades para poner atención en los que sólo reclaman el espacio del que han sido despojados por proyectos progres. Hay gente buena y humilde que los cuida desinteresadamente y pues, me agrada ver como la sociedad se suma con grandes o pequeñas acciones a estas causas, pero lo que dije anteriormente viene mejor de otro tipo de persona; no puedo opinar más al respecto por la forma en que me gano la vida y mis hábitos.
N: Tu estilo tiene algo de punk old-school bien agrio. Cómo lo definirías vos? Qué te interesa mostrar o qué te inspira?
G: No me he detenido a definirlo porque me parece que lo que hago se reduce a tiras simples y dibujos rudimentarios. En el caso de la propaganda, podría definirlo como desechable…caduca la fecha del evento y se autodestruye. No tengo un objetivo, pero procuro enfocarme en dibujar ideas recurrentes cuando tengo tiempo, que muy seguro vienen de leer tanta mierda en internet desde que amanezco… desde la nota más rosa, pop e inútil, hasta la local más amarillista y sangrienta.
N: Tus cómics me parecen geniales. Estás trabajando en algo nuevo?
G: Quisiera dibujar canciones completas, muchas que me gustan y convertirlas en viñetas. Llevo poco en eso, y soy tardada dibujando, por ello es difícil concretarlo, se atraviesan algunas comisiones, de las cuales estoy muy agradecida, pero a veces me impiden darle continuidad. Llevo también algunos años en una serie de dibujos de un formato más grande y son acerca de la muerte (tema sobreexplotado en mi país, pero que me sigue motivando)
N: Además de dibujar haces chokers, harnesses y trabajo artesanal en piel (que, por cierto, están geniales). Cómo es tu día? Dividís tus tareas de modo fijo o es algo fluctuante?
G: Mi horario está invertido. Despierto casi a medio día, si hay mala suerte antes. Ahora todo va de labores domésticas, tiempo para salir a lo estrictamente necesario o cualquier pendiente que surja, no hay una rutina tan marcada. Antes del Covid-19, invertía ése tiempo para hacer entregas de mis productos por la ciudad, comprar material, visitar a mis amigos, andar en bici. Después del ajetreo era llegar a mi casa, cenar y a media noche comenzar a trabajar accesorios o dibujar aproximadamente 6 horas. Ahora el encierro me ha dado más tiempo de ocio pero no ha sido muy productivo porque sólo dan ganas de trabajar en la madrugada.
N: Cómo empezaste a tatuar?
G: Cuando salí de la universidad pasé casi ocho meses buscando empleo sin éxito. Justo la crisis laboral por la que atravesaba me hizo darle vuelta a la página y abandonar la antropología. El boom del tatuaje era entonces, herramientas a la mano y ya… de repente era yo, muy concentrada haciendo servicio a domicilio a algunas personas que quedaban satisfechas con mi trabajo y después de casi ocho años de no tocar ni un cuaderno de dibujo comencé a practicar no sólo dibujando flashes aburridos, sino lo que me gusta realmente.
N: Y cómo empezaste con lo de los chokers?
G: Mi padre, que es un artesano brillante y que admiro, me alentó a aprender el oficio. Esta vez tratándose de él, de manera muy disciplinada seguí al pie de la letra sus enseñanzas, y aún me falta mucho camino por recorrer para llegar a hacer las cosas que él hace y la calidad que logra con el mínimo de herramientas y cero máquinas que le restarían valor a su trabajo.
N: Cómo es el tema con flyers? Cómo te contactas con las bandas? Vas a muchos conciertos?
G: Comencé a frecuentar tocadas de punk local y a hacer nuevos amigos hace unos años. Muchos tenían bandas y de casualidad alguno de sus conocidos que vio mi trabajo en instagram me solicitó hacer uno muy especial y de ahí en adelante. La difusión de algunos flyers en redes y el apoyo de amigas y amigos hacia mi trabajo me trajeron comisiones que disfruté mucho. He realizado algunas comisiones para otro tipo de eventos, diseños para camisetas de algunas bandas y hasta para una casa de modas. Respecto a lo último…en realidad la vida adulta, el no tener salario y las responsabilidades no me permiten asistir a tantos eventos como quisiera.
N: Cómo estás sobrellevando el mundo viral? Hace poco entrevisté a otro artista de Ecuador (Ernesto Salazar Rodríguez) y le pregunté cómo había sido su relación con su cuerpo durante la cuarentena.
G: Ha sido mucho aprendizaje. Cosas simples como cruzar más de 5 palabras con algún vecino o tendero del barrio se convirtieron en un reto para mí. Nunca había permanecido tanto tiempo en éste perímetro. Lidiar con la personalidad de las personas que tienen miedo terrible de ser contagiados, o de manera contrastante, cruzarme con sujetos que tienen el hábito de escupir constantemente en el asfalto, han sido una prueba grande a mi paciencia, muy cretino de mi parte admitirlo, porque tuve el privilegio de aislarme debido a que no tengo necesidad de salir para poder trabajar.
Y bueno, el ritmo que llevamos en una ciudad tan grande y congestionada. Antes de salir unx se pinta tres rayas en la cara en un par de minutos para lucir presentable. Importa un pito si debes viajar en un camión donde ya no cabe ni una aguja, y comer en un puesto callejero de precios irresistibles no te detiene a pensar en una diarrea explosiva y escandalosa. Ahora con la presencia del virus, durante el confinamiento se tiene todo el tiempo para pensar en lo que no funciona a la perfección en nuestro organismo y nuestra imagen. Así que, la relación con mi cuerpo ha sido un verdadero fastidio. Quizás reclama el castigo al que fue sometido todos estos años con mis excesos.
N: La primera vez que ví tus cosas fue en Tumblr, donde tenías un blog de ilustración. Buenas épocas cuando Tumblr todavía era una plataforma más alternativa. Es loco pensar que en internet las cosas también envejecen.
G: Recuerdo que abrí mi cuenta justo en 2010 y se convirtió en un espacio microfamoso. Lo tuve al corriente muchísimo tiempo, quizás en mi afán de no abandonar mi cariño por la ilustración y mi respeto por los ilustradores. Dediqué mucho a la difusión de su trabajo importando muchísimas imágenes a esa plataforma y escribiendo créditos, y ahora cuando lo abro para seguir reblogueando, a veces me doy un pequeño golpecito de aprobación en el hombro que dice “… estuvo bien, Gabba; esto nunca fue tiempo perdido”. En éstos días lo visito y difícilmente comprendo la jerga de los usuarios y solo hay spam en mi bandeja de entrada.
Yo envejecí a la misma velocidad que Tumblr. Y por supuesto que fue tiempo perdido, pero ése casi siempre es el mejor.
N: Alguna rola o libro para recomendarnos durante el encierro?
G: Cualquier recomendación que pudiera hacer sobre un libro apestaría. Quizás de alguna canción no tanto…entonces sería ésta porque la escuche hace unos días y sentí que describía el estado de mi cuerpo y mi mente durante estos noventa días de confinamiento, es de una banda que ya no existe y el vocalista es ilustrador
The role of photography in the construction of identity. An encounter between observing and being observed; detailed colored large-scaled depictions...
Maneuvers: The International Politics of Militarizing Women's Lives Cynthia Enloe University of California Press, 2000, 437 pages. ISBN: 9780520220713 Traducción...
Gantala Press is an independent, Filipina feminist press founded in 2015. It publishes essays, zines (see our previous entry), poetry, cookbooks and comix. Their work is beautiful, and also a beautiful example of how collective knowledge produced outside the big centers of power can help to build rhizomatic and transformative alliances. As they describe themselves here:
“We challenge literary standards by engaging in feminist work. Gantala Press began as a feminist, literary press that sought to respond to the lack of spaces for and about women. Eventually, feminist work lead us to the streets, to volunteer work and collaborations with mass organizations for peasant women. Feminist work is first and foremost political. We became political activists who recognize the role of women in the economy and in agricultural production, as mothers, farmers, laborers, and mass leaders.”
Nepantla: First of all, tell me a little bit about how Gantala Press started in 2015. On your blog you tell about how you were searching for a publisher for your poems but you found none. Then you had the idea of making your own women’s press and you started by making a call for contributions in facebook. Was it hard to get it printed? Where did you distribute it? Were you already interested in zines? Or zines came after?
Faye Cura: It was challenging to raise funds for printing the book and paying our contributors a small honorarium. But raise funds we did, by holding art and writing workshops and using some of our personal money as capital. From the very beginning, we’ve decided to distribute our books through small channels such as independent bookstores, and directly in small press fairs. We could not afford the consignment fees in the big bookstores or the booth fees in the large book fairs, not to mention that we were driven/are continue to be driven by ideological/political reservations against mainstream publishing. In the beginning, we were interested in zines as readers, but not as creators. Our third publication, a cookbook of Meranao food, was a zine before it was printed offset as a small book, mainly because we lacked the time to have it printed offset. Now, we make all sorts — books which we register at the National Library, chapbooks in collaboration with other organizations, zines. We’ve even started to venture into making cloth books or embroidered zines.
N: You are working with fanzines and books. Books have sometimes a special status. They are more “sacred” than fanzines (this is for example what happens in philosophy). How do you move between these two spaces (we could call it “sacred”-“profane”)? It is important to get to be part of the establishment or the mainstream market? How do you deal with that paradox (to reach a big public you have to sell yourself to the mainstream industry and so on)?
FC: We don’t really distinguish between books and zines, except in practical terms such as: it takes longer & more money to produce a book while zines can be produced within a day. I think that moving outside the mainstream is precisely what gives us this creative freedom. No, it is not important to be part of the establishment. In fact, we are always careful to stay out of the mainstream and its trappings — mentorship/patronage, expertise/”mastery”/gatekeeping, capitalism/capitalist cooptation, things that exclude many people & communities from important discussions & historicizations. Besides, we literally could not afford to supply the mainstream market with our books. We can only afford to print a few hundred copies at a time.
N: Is there some specificity of Filipina feminism/s? I mean, what are for you the special features of those feminisms?
FC: Many of today’s generation of Filipina feminists are still able to identify with the different “schools” of (western) feminism, because that’s what’s prominent in social media & pop culture (especially liberal feminism). Meanwhile, the older ones seem tired. As for the collective, we are always trying to define & redefine what feminism is for us, always trying to find its place within the people’s movement and the women’s movement in our country. But in a larger sense — if we’ll insist on using the qualifier “Filipina” — Filipina feminism, which includes the feminisms of Filipinas abroad, struggles against bureaucrat capitalism, feudalism, imperialism — which remain our biggest enemies as a people — and colonialism, which was what entrenched these enemies in our culture & history. Our long history under Spanish and then US rule has embedded our people firmly within the class struggle, which as we know, like most countries in the world, places a few forces in power at the expense of the majority. In the Philippine women’s movement, it seems that patriarchy has still not been identified as an enemy like the others. Of course, this is because people falsely equate patriarchy with men, rather than see it as a structure.
N: On the blog, you write: “After all, to publish is, first and foremost, to make things public. With feminist publishing, as with exhibition making, we try to widen what we call spaces of representation, to create new subjectivities or empower them. We do this through direct participation rather than through mediation, which are both processes or approaches in creating art. Mediation will bring about statements like, “I will speak for the oppressed” or, “I am the voice of my generation.” We at Gantala Press try to directly engage with issues and not simply mediate.”
This is very interesting. I like that Gantala is also defined as “Small Press Activism”. In this sense, maybe “mediation” can’t be avoided, but at least it is a co-mediation. Because you also are transformed in this process. Can you tell us some of your favourite reactions of readers of writers after reading some of the publications?
FC: For us, the best feedback is receiving a new set of poems from a peasant woman whose works we had anthologized before. For her to entrust us with her writings, to let us publish them, is a great gift. The next best thing is learning that our books & zines are being taught in literature classes in universities. For the longest time, the curriculum &, by extension, the “literary canon” consists of writings by educated or professional writers, even if the texts are about the people’s struggles. Not to mention that most of these writers are men. So to really hear from the women workers or farmers themselves, to read their words, to have to ask friends from the other islands to translate their works in order to understand the texts, is quite disruptive of the formal educational system & thus, is full of possibilities.
We also always receive small gifts from fellow creators — a zine they made or a class paper they wrote about Gantala Press, or their own artworks or publications. Likewise, we were pleasantly surprised by the support we’ve received for the feminist library/bookshop that we plan to open soon. We continue to receive book & cash donations even now that everything is suspended!
N: There are many languages in the Philippines and Gantala does some multilingual editions. Tell me a litte bit about the relation between your activism and language.
FC: We have always been conscious of how language is power, how people or institutions control language & therefore control information & therefore, hold the power. In the Philippines, Filipino, which is Tagalog-based, became the “national language” because the government people who determined these things before were Tagalogs. But many Filipinos speak the other major languages too, such as Ilocano and Visayan. & there are many hi/stories & worldviews submerged in these languages, even in the languages of the minorities or the dying & extinct languages. The recipes in the Meranao cookbook are written in Meranao because that was how the author learned the recipes. But it was also a way of documenting the language & culture that were truly on the verge of disappearing after the 2017 Siege that destroyed the city. There was also a glossary of Meranao terms & names, for documentation as well. For our next zines, we let the union workers from Mindanao and the peasant women in Cavite write their narratives in the language they were comfortable in. Some of the farmers also literally told their stories (they could not write), which we transcribed. Those were their worlds, their worldviews, which we had no right or business tampering with. We collectively write our statements on social issues in English and Filipino. As language is shared, so is authorship & action.
N: I also wanted to ask about your next projects.
FC: We were really planning to open a feminist library/bookshop but the pandemic happened. We still hope to push through with this soon, & so are really grateful for the donations. We have a lot of things planned for the space: exhibitions by women artists, workshops, discussions.
Publications wise, we are helping a progressive female religious congregation document its history in the Philippines; putting together a casebook of gender-based violence narratives with the Commission on Human Rights; launching a poetry collection. We’re also working on several poetry & prose zines as well as preparing to join or organize a couple of art exhibitions.
N: Publishing something in the margins (I would say that in this regard, the case of Philippines and Argentina are probably similar) is a hard task. Do you have any advice for someone who would like to start a little Press somewhere in the world?
FC: It should be something that you love, so that you will never tire of doing it & never fear to make changes if changes need to be made. Like all things that are alive, publishing is a work in progress.
N: And an unavoidable question during these times: how are you dealing with the quarantine? What are you reading? The landscape that you describe in your blog (Durterte’s militarization and so on) is scary. Please stay safe!
FC: For now, we are strengthening ourselves under quarantine, cooking & eating healthy & taking the time to rest & doing our personal projects or spending time with our families. Our group shares fermentation & no-bake cake recipes, struggles with motherhood & questions on activism, & COVID-related links in our chat box on Facebook. We are also helping the Amihan National Federation of Peasant Women raise funds to provide relief to peasant families in the countryside. For a minimum donation of Php 500, you get a link to download the PDFs of five of our zines: one on the Marawi Siege, one on banana plantation workers, one on revolutionary women & their astrological signs, one on the so-called Drug War, & one on romance.
I am reading China Mieville’s October & Heidi I. Hartmann‘s classic essay, “The Unhappy Marriage Between Marxism & Feminism.”
Please stay safe, too! Thank you again for this interview, I enjoyed it a lot 🙂
The role of photography in the construction of identity. An encounter between observing and being observed; detailed colored large-scaled depictions...
Maneuvers: The International Politics of Militarizing Women's Lives Cynthia Enloe University of California Press, 2000, 437 pages. ISBN: 9780520220713 Traducción...